Mis 6 mejores trucos para la gestión de conflictos


Este artículo es más una ampliación de lo que el otro día ya dejé por estos lares sobre la asertividad que algo nuevo a debatir. Pongo un ejemplo a ver si conseguimos extrapolar y resumir. Una amiga, 8 años casada, con dos hijos. Su marido, un genio de los negocios que acaba rompiéndose por estrés. Llegan problemas a su vida debido a la inactividad que le afecta a él y ahí surge el conflicto, dado que esos problemas afectan a toda la familia. Ella, como mujer responsable que es intenta hablar con él durante meses, no obteniendo respuestas u obteniéndolas pero al estilo niño de 3 años (te digo que sí y hago lo que me sale de los ….). Esto le lleva a ella a ponerse cada vez mas tensa y a hacerlo cada vez antes en sus charlas, dando como resultado el bloqueo de su marido.

Lo hablamos y yo le comenté que intentara ponerse en lugar de él -sí, opino como ya escribí el otro día que salvo que sea un intento de manipulación por la otra parte, merece la pena-, que entendiera que la forma en las que las comunicaba (subiendo el tono rápidamente) impedía que él siquiera llegara a escucharle (¿quién no se cierra en banda o se pone a la defensiva contra un tono fuera de ídem?), que cuando hablara con él buscara el objetivo común -win/win, ¿os suena?- y le marcara los hitos que tienen que seguir para llegar allí. Que le hiciera partícipe y buscara que él estuviera más en la conversación preguntándole si estaba de acuerdo o por su opinión. Que estuviera dispuesta a escuchar la verdad aunque no fuera la respuesta que esperaba. Por último, como iba a ser una charla telefónica, que se preparara un guión con los puntos a seguir y a recalcar para poder tener un hilo conductor claro y no perderse.

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¡Funcionó! No es que esté resuelto del todo, pero están moviéndose por esos hitos que ella marcó hacia el objetivo común.

Mi resumen/extrapolación:

Habla con calma: Con respeto y asertividad, sin miedo ni nervios, siempre en lenguaje blanco (¡¡en positivo!!). Así conseguirás que el otro, al menos, te escuche de verdad (otro tema es que te vaya a hacer caso a la primera). Recuerda mantener la calma y el respeto en todo momento, independientemente de la respuesta (o falta de la misma) por parte de tu interlocutor. Verbaliza y demuestra que estas dispuesto a escuchar todo, aunque no te guste.

Prepárate  Prepara tu mente para mantener la calma, planea qué dirás y cómo. No tengas miedo de escribir un guión, te ayudará aunque luego no lo uses a orientarte

Empatiza: Primero debes entender qué motiva a la otra persona para poder encontrar ese objetivo común. Es muy importante porque no todo el mundo sabe lo que quiere y, menos aún, verbalizarlo. Haz las preguntas correctas, escucha, sé paciente, observa su lenguaje corporal (ya haremos otro post sobre esto último).

Explica que tienes un objetivo común: Por supuesto, primero tienes que encontrarlo y después creértelo tu mismo, pero luego deja claro cuál es ese objetivo, y si las razones son distintas, verbalízalas, que no pueda sentir que me mientes/manipulas. Si él no está de acuerdo, busco más opciones, pero tiene que haber una respuesta. Aquí empiezas a motivarle, así que hazlo bien, intenta ser justo de verdad, no barrer para casa creyendo que el otro tirará de la cuerda. Si el otro es un manipulador, sí tirará de la cuerda, con manipuladores el tema se complica, porque la única solución es que piensen que son los únicos ganadores y que te han tomado el pelo o no pararan: ¡Que pereza! ¡Sácalos de tu vida en cuanto puedas!

Propón hitos, cede: Busca el mejor camino, no tengas miedo de ceder tú primero si marcas los hitos con claridad y le dejas claro que él/ella también cederá o cuál será el «quid pro quo», generas confianza y demuestras que tú también estás interesado en llegar a buen puerto.

Muévete: Sé proactivo, da cuando dijiste que ibas a dar y sé asertivo y pide, con respeto, cuando dijiste que le iba a tocar dar. Recuerda que, como dijo Einsenhower, planning is everything, the plan is nothing, si las cosas no van como se esperaba, replantea el plan, verbalízalo, acuérdalo, sigue moviéndote.

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